jueves, 15 de junio de 2017

EL EFECTO QUIJOTE: EL SUEÑO DE LA INTELIGENCIA.


-Mire vuestra merced- respondió Sancho - Que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino- 
-Bien parece- respondió Don Quijote - Que no estás cursado en esto de las aventuras; ellos son gigantes, y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla-

Algo que se tiene por lo general asumido es que la inteligencia nos acerca a la verdad, a lo que es cierto. La gente suele depositar su confianza en personas que consideran mas inteligentes que ellas mismas para resolver problemas que les aquejan, para dilucidar el pasado y para predecir el futuro. No se puede decir que sea una costumbre o uso disparado, es razonable pensar que la inteligencia es una herramienta poderosa para el análisis de los fenómenos naturales y sociales. Es una habilidad capaz de descomponer los fenómenos en proposiciones o premisas lógicas, estudiarlas por separado y detectar las relaciones de causa-efecto entre ellas y así, extraer valiosas lecciones que universalizar con lo que anticiparse y/o controlar dichos fenómenos para nuestro beneficio.

¿Pero es esto siempre así? Si lo fuese cabría esperar que a más inteligencia más cercanía a la verdad (o dicho de otra forma: lo dicho por los más inteligentes mas cercano de la verdad está) ¿Es la inteligencia el instrumento para conocer o es el conocer uno de los posibles resultados no garantizados de la inteligencia? ¿Es condición necesaria o suficiente para conocer? ¿O podría decirse que tan solo sirve para conocer en detalle a los fenómenos?

Existen multitud de ejemplos históricos de gente que no cabría pensar que fuesen para nada estúpidos sino todo lo contrario, que llegaron a creer en teorías y cosas de lo más disparatado, no solo bajo nuestro punto de vista, sino incluso para las personas de su tiempo.

Estamos acostumbrados a leer esos relatos históricos sobre genios y brillantes científicos que fueron tachados de locos y dementes por ignorantes. Gentes que se hallaban "adelantados a su tiempo", incomprendidos por la masa de estúpidos paletos y condenados por sacerdotes "cortos de miras". No podría negarse que haya habido casos así pero:

¿Han sido la norma? ¿No será que solo conocemos los casos de aquellos que llegaron a tener razón y desconocemos los casos de todos aquellos que NO y era el odiado tumulto el cual se hallaba en posesión de la verdad?

Mi opinión es que la inteligencia tiene un lado menos celebrado, mas negativo, mas oscuro y menos esperanzador que da pie a creer en las mas absolutas y complejas estupideces y fantasías que alguien menos capaz (mas idiota) guiado por eso que llamamos el sentido común o intuición, no sería capaz de creer. Esta podría ser la explicación de porque los universitarios (estudiantes y profesores, especialmente los de las carreras de humanidades y ciencias sociales) siendo personas ampliamente capaces en el plano cognitivo parecen destinadas a caer una y otra vez en la creencia en las mas absolutas necedades ideológicas que un humilde campesino jamás llegaría ni tan solo a plantearse.

La dicotomía y el choque de estas dos personalidades expresado en "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha" es casi premonitorio con respecto a esta cuestión. La ácida critica satírica de las novelas de caballerías de su tiempo contenida en "El Quijote" así como la demente actitud del protagonista a creérselo todo y vivir a través ellas de una forma superlativa, podría encajar con el estereotipo del izquierdista "Hipersocializado" que describe Ted Kaczynski en su famoso manifiesto. Un individuo que toma los dogmas morales y las concepciones filosóficas de su tiempo a pecho y hace de la defensa de las mismas su raison-d'être, su mas intima identidad personal, rebelándose con violencia contra todos y cada uno de los enemigos de las mismas, también contra aquellos que se presupone adoptan estos principios principios de una forma hipócrita o no lo suficientemente pura. "La revolución se devora a si misma"

En resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio, y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamientos, como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.

En general podría decirse que es la necesidad de dar explicación a lo que sucede y no que la explicación sea valida lo primero en el orden cronológico para la motivación del saber. Es más, las explicaciones de lo ocurrido no nos son ajenas, no son un objeto abstracto por el cual no tenemos apego alguno. Estas interpretaciones del mundo y la sociedad en conjunto conforman nuestro ser e identidad, demarcan nuestros hábitos, nuestras amistades, parejas y ambientes. Incluso para los anteriormente citados, profesores universitarios, una ideología es casi el ser su existencia profesional, de su especialidad y de sus trabajos es si cabe mucho mas importante que para cualquier otro trabajador, el coste de oportunidad es muy alto. El dolor sentido por abandonar un sistema de premisas por otro, ceder a la evidencia y renunciar a una creencia nos es algo tan difícil de sobrellevar que nubla nuestro juicio y es por ello que los sesgos cognitivos actúan de forma tan poderosa sobre nosotros. Podría decirse que estar en lo cierto no siempre es lo mas adaptativo en términos evolutivos. Cabría teorizar que quizá en la medida que nuestro ambiente se va tornando en mas "social" y menos "natural", vamos dependiendo mas de fenómenos humanos-sociales y menos de los naturales por el desarrollo tecnológico-social, los sesgos cognitivos pudiesen sernos aun mas recompensados.

Llegados a este punto cabe recalcar que no pretendo exculparme o pretender que mis creencias político-filosóficas estén a salvo de este trampa mental y que en cambio, son las de otros las cuales son presa de este problema. Pero sí creo que actualmente hay ideologías mas susceptibles que otras a caer en estos vicios, ya sea porque son la norma social, porque no necesitan reafirmarse tanto como otras mas minoritarias/perseguidas o porque su propia estructura lógica interna las hace más proclives a caer en ello.

Un rasgo muy común de la resistencia a aceptar una evidencia que no se puede denegar, es la llamada salida hacia adelante, complejizar aún mas la teoría defendida para así dar explicación a la nueva evidencia que amenaza con tirar abajo todo el castillo de naipes. Es en este tipo de estratagema argumentativa donde la inteligencia del sujeto juega un papel clave pues todo depende de su capacidad de hilar fino buscando relaciones y causalidades nuevas, añadiendo nuevos parámetros y proposiciones lógicas. Llegando el punto donde otra persona mas estúpida se vería incapaz de competir, forzada a abdicar en su creencia, acusar al oponente de formar parte de algún tipo de conspiración o directamente haciendo lo posible por desmentir la evidencia presentada, en cambio el individuo inteligente salta con una nueva y sofisticada contrareplica que sorprende a los ponentes. Incluso podría decirse que cuanto mas enrevesada es la explicación mas sabia parece y mas adoración recibirá. Lo misterioso y enrevesado captura y excita nuestra imaginación proyectando mucho mas en ello de lo que realmente contiene.

 A veces cuando una teoría o sistema ideológico tiene síntomas de "stress" empiezan a aparecer en ella fuerzas fantasmales, incapaces de ser contrastadas, invisibles y cuasi-mágicas para dar explicaciones a sucesos controvertidos y molestos para la misma. El "movimiento retrogrado" era un concepto usado en el sistema cósmico precopernicano que daba una explicación forzada a inesperadas órbitas de los astros para el sistema Ptolemaico con objeto de seguir manteniendo la hipótesis de la Tierra como centro del universo en vigor. La "violencia simbólica" y el "racismo institucional" como conceptos de la sociología moderna recuerdan mucho a estas fuerzas cuasimágicas que aparecen justo a tiempo "Ex-machina" para rescatar al herido animal ideológico.

Y en diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante, y embistió con el primer molino que estaba delante; y dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo. Acudió Sancho Panza a socorrerle a todo el correr de su asno, y cuando llegó, halló que no se podía menear, tal fue el golpe que dio con él Rocinante. 
-¡Válame Dios!- dijo Sancho - ¿no le dije yo a vuestra merced que mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no los podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza?- 
- Calla, amigo Sancho - respondió Don Quijote - Que las cosas de la guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza, cuanto más que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón, que me robó el aposento y los libros, ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su vencimiento: tal es la enemistad que me tiene; mas al cabo al cabo han de poder poco sus malas artes contra la voluntad de mi espada -

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